El acoso escolar creciente en los últimos años es preocupante, por eso son necesarios talleres para reforzar la confianza de los más pequeños. A través de historias enseñan a los menores a reconocer el bullying.

De una manera lúdica, a través del teatro o de técnicas de defensa, buscan que los alumnos reaccionen al ser testigos o víctimas de un caso de esas características. Así lo explica Miguel del Nogal, psicólogo de Aepae: "En el taller presentamos diferentes situaciones de acosos y vamos hablando sobre ellas. Se habla de que estas niñas se están riendo de otra".

En estas sesiones interpretan casos reales poniéndolos en práctica en clases de defensa personal, para poder defenderse de agresiones físicas y verbales.

En las sesiones también aprenden que su actitud y su voz pueden ayudarles a no sufrir acoso. Todo para que palabras como las que Diego, el menor que se suicidó en Madrid, dejó escritas no se vuelvan a repetir: "No quiero volver al colegio".

En el teléfono anónimo y gratuito de la asociación Anar reciben unas 1000 llamadas al día como explica Diana Díaz, subdirectora de la fundación: "Nos hablan por problemas en el colegio, problemas psicológicos, todo tipo de problemas que les puedan preocupar".

Es necesario educar y concienciar no sólo a los niños, también a los adultos, con el fin de que ningún menor necesite estos servicios en el futuro.