Los féretros con los cuerpos de Joan Ramon Mitjans e Isaac Closa, a los que atrapó el desprendimiento cuando realizaban tareas de mantenimiento en una máquina de extracción, han sido llevado a hombros por sus compañeros recorriendo los más de 600 metros que separan el tanatorio, situado en las afueras del pueblo, de la iglesia en la que se ha celebrado el funeral.

Cientos de personas han acompañado en silencio al séquito por las calles de Súria hasta la parroquia de Sant Cristòfol que no ha podido albergar a todos los que se han acercado a despedir a los dos fallecidos ambos vecinos de Súria y pertenecientes a familias de tradición minera.

Entre los asistentes al funeral han estado el conseller de Empresa y Ocupación, Felip Puig y el secretario general de UGT-Catalunya, Josep Maria Álvarez.

A la salida de la iglesia, los féretros que portaban sobre ellos una camiseta de minero han sido despedidos con un emocionado y prolongado aplauso por los presentes.

En muestra de duelo y respeto hacia los fallecidos todos los comercios y establecimientos de la localidad han cerrado durante la ceremonia de despedida y la mayoría de ellos mostraba en su puerta un crespón negro Juan Ramón Mitjans estaba casado y tenía un hijo adolescente e Isaac Closa, también casado y padre de una niña de doce años, estaba esperando un segundo hijo.

Los dos operarios se encontraban con otros compañeros en una zona del frente de extracción del mineral haciendo tareas de reparación y mantenimiento de la máquina cuando se produjo el desprendimiento del techo de la galería minera que los sepultó.

Los demás mineros y personal de mantenimiento que se encontraban en el lugar del suceso resultaron ilesos. El siniestro, cuyas causas se están investigando se produjo en una área de la mina con un techo bastante reciente.

Las minas de Súria y Sallent interrumpieron su actividad ese mismo día en señal de duelo y la empresa informó de que no se reanudaría hasta después del entierro.