Por tercer día consecutivo, ha continuado la búsqueda de un cocodrilo que algunos testigos dijeron haber visto en el río cerca de la localidad vallisoletana Simancas.

Sin embargo, el jefe del Servicio de Rastreo Forestal de la Asociación Chelonia, Fernando Gómez, ha asegurado que los indicios observados hasta ahora en el lugar donde varias personas han dicho haber visto al animal no corresponden a un reptil de gran tamaño.

Rastreando, leyendo el terreno, no hay indicios de un reptil grande, pero "eso no significa que no esté", ha manifestado Gómez en declaraciones a los periodistas.

El experto ha efectuado un reconocimiento de la zona, en concreto el área de Pesqueruela, en la confluencia del Duero y el Pisuerga, junto a integrantes del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) y del Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil.

Acerca de si puede tratarse de un cocodrilo del Nilo, como apuntó un especialista en biología, ha considerado que las condiciones para su vida en esta zona no son las ideales, a la vez que ha matizado que no se sabe cuanto tiempo puede llevar en este área.

Los cocodrilos son adaptativos, llevan millones de años en la tierra, pueden aguantar sin comer, son huidizos, se pueden mover y se ocultan bajo el agua, ha manifestado el experto, sin que haya podido certificar hasta ahora si el animal está o no en Pesqueruela.

Ha explicado que se han encontrado restos de un pez depredado por una nutria y rastros humanos del paso y la apertura de vegetación que suelen llevar a cabo los pescadores. Los indicios llevan a fauna local, ha detallado Gómez, quien ha desechado haber encontrado por el momento algún nido, que estos reptiles suelen situar en superficie o bajo tierra para poner huevos.