Toda la comida estaba envasada y en la casa no había alimentos caducados ni en mal estado. Aún así no se descarta la hipótesis de una intoxicación alimentaria. Los padres y la hija que perdieron la vida habían cenado pescado. La hija que sobrevivió comió un bocadillo. Por eso la Junta de Andalucía ha decretado la alerta alimentaria, han localizado e inmovilizado la partida de alimentos, probablemente pescado, que consumieron.

Pero se baraja también que puede haber algún otro elemento que pudiera contaminar la comida, una toxina.  "Interviene no solamente sobre alimentos, sino sobre todo, sobre productos químicos, agua, posible gas, posible estufa, etc", explicaba María José Sánchez Rubio, consejera de Salud de Junta de Andalucía. 

Aunque el gas parece poco probable, ni la otra niña que se encuentra fuera de peligro pero vigilada en el hospital ni un animal que había en la casa se vieron afectados.

Las muestras que se han tomado están ya en 2 laboratorios, uno de Sevilla y el toxicológico de Madrid. Buscarán qué provocó la muerte de los 3 miembros de la familia Caño. Los expertos no se ponen de acuerdo en el posible origen pero algunos coinciden, la única toxina posible es la botulínica, sus síntomas solo se diferencias de los de la gastroenteritis, tiempo después.

"¿Qué tiene que percibir la persona que diagnostica que puede ser un daño neurotóxico? Que hay dificultad en la visión y dificultad en tragar", advierte Alfonso Carrascosa, científico del CSIC. 

El defensor del pueblo andaluz ya ha abierto su propia investigación de oficio para investigar las muertes.