Fue la madre de la propia víctima quien denunció los hechos tras recibir una llamada telefónica de los supuestos raptores en la que exigían 1.500 euros por la liberación de su hijo. El secuestro se produjo en Ronda, Málaga, donde la víctima fue abordada y, además, obligada a subir a un vehículo por un grupo de personas en el entorno del recinto ferial, según ha informado la Policía Nacional a través de un comunicado.

De la ciudad de Ronda partieron hacia una casa de compraventa de oro en Málaga capital, lugar al que los raptores condujeron a la fuerza a la víctima para la recuperación de unas joyas que supuestamente había empeñado. Posteriormente, los investigados trasladaron a la víctima a una finca rural en Cártama, Málaga. Allí le profirieron amenazas y le golpearon en el rostro y las extremidades, llegando incluso a provocarle una grave lesión ocular.

Así, el equipo investigador ha conseguido culminar la operación con la liberación de la víctima, la detención de todos los responsables y la intervención de las armas que estos ocultaban en la finca. En el lugar del cautiverio, los agentes del Grupo de Atracos de la Comisaría Provincial de Málaga intervinieron el vehículo utilizado por los autores para perpetrar el rapto y traslado de la víctima hasta su lugar de ocultación, una escopeta, una pistola detonadora y diversa cartucheria.

Los presuntos responsables de los hechos pertenecen a un clan familiar y son, concretamente, tres hombres y cuatro mujeres, de entre 21 y 39 años y nacionalidad española. Han sido detenidos por su presunta implicación en los delitos de secuestro, lesiones y tenencia ilícita de armas.