Los comercios de barrio de toda la vida se están convirtiendo en tiendas de souvenirs, lo que provoca que los vecinos de las ciudades más turistificadas estén hartos por no haber comercios para hacer la compra básica. Ante esto, en Santiago de Compostela van a prohibir, al menos durante un año, que se abran nuevos negocios en el casco histórico para proteger a los de proximidad.
Aunque encontrarlos es difícil, lo cierto es que aún quedan comercios de barrio, como un ultramarino en el centro de Santiago de Compostela que está abierto desde 1988. Aunque, como reconoce, José Luis Cepeda, presidente de la Asociación de vecinos de la Sagrada Familia, "cada vez hay menos".
Lo mismo ocurre en una zapatería de la zona. Sus dueñas se jubilan y no saben muy bien que ocurrirá con su local. Ana Rodríguez, copropietaria de Maná Zapato, cuenta a laSexta que, en un futuro, "a lo mejor abre una tienda de restauración de recuerdos".
Lo que antes era una carnicería, ahora es una tienda de souvenirs, y lo que era una floristería, ha pasado a ser una franquicia de comida rápida. Los vecinos de estas zonas denuncian que las calles están llenas de tiendas de souvenirs.
El pequeño comercio se pierde y Santiago de Compostela quiere luchar contra ello. Por ello, ha decidido suspender las licencias de locales con actividad ligada al turismo durante un año.
Pero no solo están desapareciendo en Galicia, también lo hacen en otras zonas de España, como Sevilla o Barcelona. José Foronda, gerente de Artesanos Juan Foronda, regentaba en Sevilla siete negocios y ahora solo tiene cuatro. Pero aun así asegura que "cada vez se valora más el poder entrar en una tienda de las de toda la vida".
Por eso, ahora, la prioridad de las comunidades es impulsar medidas que garanticen la supervivencia de una forma de vida que está casi en peligro de extinción.
En el 20% de los casos
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