En estos colegios utilizan una metodología que va más allá de la mera transmisión de conocimientos y que tiene el objetivo de prepararles mejor para enfrentarse a la realidad. Lo hacen con sus propios proyectos de emprendimiento y tanto los niños como los profesores coinciden en que el mejor aprendizaje es el del trabajo en equipo.

Hace 20 años, al hacer grupos, siempre se ponían chicos con chicos y chicas con chicas y ahora no

Este sistema lo promueve la Fundación Créate y cada año hay un tema sobre lo que deben versar los proyectos pero se busca educar de manera transversal en otros valores: trabajo colaborativo, inteligencia emocional, educación para el futuro, aprendizaje de competencias…

Patricia Ibarra es profesora en Tres Cantos y asegura que percibe la diferencia: "Se ha visto una evolución, en como hacen los grupos. Hace 20 años siempre se ponían chicos con chicos y chicas con chicas y ahora no. Se mezclan y en los deportes también".

Rosa, otra de las profesoras coincide en que, a pesar de lo que revelan algunos estudios, estos niños no tienen en cuenta los roles de género: "Tienen claro su rol dentro del equipo porque lo deciden en función de sus habilidades: son dibujantes o investigadores y no hay diferencia, de todos los roles hay niños y hay niñas".

Hablamos con los niños y niñas de estos colegios y nos cuentan con entusiasmo sus proyectos, lo fácil o difícil que les pareció encontrar las ideas y lo que han aprendido. Y en esto último todos coinciden: a trabajar en equipo y a perder la vergüenza de presentar sus ideas al mundo. Cuando les mostramos otras realidades como la brecha salarial o la discriminación de género son claros: "es injusto" o "hay que eliminar el machismo" son algunas de sus respuestas.

Y de ellos y ellas depende, en gran parte, a pesar de que actualmente nos encontremos en una cuarta oleada feminista; que en el futuro vivamos en un mundo más justo.