En estos meses de confinamiento y teletrabajo, en los que los hogares españoles se han desdoblado en despacho, restaurante y aula, los ciudadanos hemos generado más residuos, pero también nos hemos dado más cuenta de ello.

Una situación que ha traído consigo una cara positiva: 2,5 millones de españoles han comenzado a reciclar residuos que antes desechaban, según un estudio de Focus para Ecoembes.

laSexta ha visitado cinco hogares muy diferentes para comprobarlo.

Así se recicla en un piso de estudiantes

En su piso de Valencia, tres estudiantes conviven en un espacio no demasiado grande, pero allí la mecánica del reciclaje funciona como la seda. Para Ana, se trata de un hábito que aprendió "desde pequeña" y que, con el confinamiento, han perfeccionado.

Por ejemplo, han aprendido que las cápsulas de café no deben echarse al contenedor orgánico. "Ahora las hemos reciclado aparte", apunta Laura.

Reciclar con peques en casa

Fátima y su familia forman parte del 95,3% de los españoles que confían en el reciclaje como una de las principales herramientas para frenar el cambio climático. A ellos, el confinamiento también les ha hecho más sensibles en este sentido.

"Nos dimos cuenta de que generábamos muchos residuos, sobre todo con el tema del agua, del pan, la leche...", explica Fátima, desde su hogar en Gran Canaria. Ahora, hacen su propio pan y leche de avena, muelen su café e incluso la más pequeña de la casa separa los residuos.

Un matrimonio en el mundo rural

Jonatan y Pablo viven en la sierra de Aracena, en Huelva. Con los residuos orgánicos, que reparten entre sus animales, este matrimonio no tiene demasiados problemas, pero incluso en un pueblo de 10 habitantes se les amontona el plástico. Por eso, cada día les toca darse un paseo hasta el contenedor y llevar a cabo un reciclaje exhaustivo.

Toda una vida concienciado

También Vicente recicla cada día. "Hay veces que por la mañana y por la tarde", apunta este ciudadano mayor, que explica que su motivación es la salud del planeta y luchar contra las islas de basura que vio cuando viajó al Egeo: "Verdaderos mares de plástico", denuncia.

Vivir solo y reciclar

Por su parte, Juan se concienció dando clase a sus alumnos. Él vive solo en un loft, pero cree que esto no es un problema porque reciclar solo exige un pequeño despliegue.

"Generas muchísima más basura de tipo de envases, plástico, etc. que la orgánica, pero entiendo que hay que hacer ese esfuerzo de llevar la basura más a menudo", apunta. Como profesor, ver todos los días a quienes van a heredar nuestro planeta es refuerzo suficiente.