De la cápsula, directo a la taza. Es la manera en la que más personas prefieren tomarse el café en casa.

"Me gusta la variedad que hay", dice una consumidora de cápsulas de café. "Te lo hace en un segundo", señala otra.

En España, este formato supone el 15% de las ventas totales de café y el 41% de sus ingresos. Se estima que el mercado de las capsulas de café aumente un 2,2% en los próximos años.

Aunque cómodas y rápidas, dejan una gran huella ecológica y son difíciles de reciclar.

"Al ser un producto que tiene una materia orgánica dentro, que es el café, y un aluminio en la parte externa, es muy complicado", explica Jesús Pérez, de la Comisión de residuos de Ecologistas en Acción.

Los principales fabricantes de café en cápsulas han instalado alrededor de 1.000 puntos limpios en nuestro país y afirman recuperar hasta el 75% de las cápsulas vendidas.

Aunque según sondeos de la Organización de Consumidores, OCU, tan solo un 18% de los encuestados las lleva a los puntos adaptados para su recogida.

"No puede estar solo en manos de las empresas, sino que tienen que ser las administraciones las que tengan un control sobre los productos que se están poniendo en el mercado y lo que se está haciendo para recuperarlos y reciclarlos", señala Pérez.

Algunas empresas ya han empezado a fabricar cápsulas como si de cáscaras de plátano se trataran.

"Tanto la cápsula en sí como el papel son compostables. En tres meses, en ciertas condiciones de temperatura, oxígeno y humedad desaparecerían por completo convirtiéndose en compost", explica Íñigo Gutiérrez, director de marketing de Café Baqué.