La fiesta ilegal de las inmediaciones del circuito de velocidad de Fuente Álamo de Murcia cumple su tercer día. Los asistentes bailan de día y de noche. "Hay ocho escenarios, puestos de comida, un bar para bocadillos...", explica una asistente. "Es una pasada... Me he venido desde Irlanda a esto", sostiene otra. Dentro esta rave ilegal todavía hay entre 4.000 y 5.000 personas. Para algunos, llegar hasta la fiesta no ha sido tarea fácil.

"Vengo desde Donostia y ha sido una movida para llegar hasta aquí: nos metimos por unos caminos para que no nos pillase la policía", desvela un chico. Lo define como un ambiente libre en el que nadie juzga a nadie. Mientras tanto, cerca de 100 agentes de la Guardia Civil se encuentran en las inmediaciones, donde ya han bloqueado los accesos a los nuevos asistentes. Quienes salen del recinto ya no pueden volver a entrar. El objetivo es evitar la expansión de esta rave.

En las últimas horas se han marchado de las instalaciones cerca de 200 vehículos. También están haciendo controles de alcohol y drogas a todos esos coches que abandonan la fiesta. Hay una persona detenida por tráfico de drogas. La fiesta multitudinaria comenzó el pasado sábado. Los asistentes han acampado con tiendas de campaña y furgonetas.

La rave está a varios kilómetros del pueblo, donde hay opiniones dispares entre sus vecinos. "Al final no molestan a nadie, están allí apartados", defiende uno. "Siempre que no hagan daño, pues que se diviertan", añade otra. Pero otros aseguran estar preocupados. "Donde quiera que se haga eso sin autorización, suele traer problemas", opina una mujer. La intención de los organizadores es quedarse hasta Reyes.