Alberto es un gran dependiente, tiene siete años y sufre síndrome de Pitt Hopkins, una enfermedad rara. Su madre tuvo que dejar de trabajar para cuidar de él. En 2009 comenzó a cobrar la prestación. Era de 520 euros más cotización a la Seguridad Social. Sin embargo, en 2012 dejaron de pagarle la cotización y le bajaron la prestación un 15%. Hace un mes le han vuelto a recortar la ayuda.

Ahora cobra 387 euros y la familia va a presentar un recurso de alzada. Asegura que el recorte no puede aplicarse al expdiente de Alberto. No obstante, su caso no es aislado. Las plataformas en defensa de la ley de Dependencia denuncian que desde el comienzo de la legislatura, más de 500.000 dependientes han perdido su prestación. Además, advierten de que, por primera vez, las personas dependientes que no reciben prestación económica superan en número a las que sí lo hacen.

Las familias insisten, dicen que no van a rendirse y aseguran que seguirán reivindicando lo que consideran que les corresponde por propio derecho.