Preguntar a Google y no a los padres: es el recurso facil de muchos menores, pero no el recomendable: hay que hablar sobre sexualidad en casa, hacerlo a su nivel, sobre todo cuando empiecen las primeras dudas. "No nos atrevemos a hablar y tenemos que ser capaces de responder a las preguntas que surgen", explica Blanca Elía, portavoz de 'DaleUnaVuelta.org'.

Evitaremos así que los niños recurran a la pornografía. Los padres deben mostrarse accesibles a cualquier consulta; si no saben cómo, preguntando a expertos. Estos aconsejan huir de la imagen que proyecta el porno. "Se trata a la mujer como un objeto sexual, se la somete, se la maltrata y está todo tan guionizado que la mujer, aunque no quiera hacer esa escena, está obligada", cuenta David Calabia, exactor porno.

Al hablar de sexo, recomiendan hacer alusión a otros términos: "Tenemos que introducir términos como igualdad, respeto, cariño... Esas palabras tienen que aparecer siempre para que se vayan quedando en el cerebro de nuestros hijos, que es lo que falta en la pornografía actual", detalla Blanca elía.

Y hay que prestar especial atención a las nuevas tecnologías: el control parental puede alertarnos de visitas a contenidos inadecuados; al detectarlos, hay que hablarlo. Y otro consejo: establecer un horario para acceder a Internet y restringir su uso a zonas comunes como salón o cocina puede evitar un acceso precoz a la pornografía.