Que todo esté a 15 minutos de casa. La regla parece sencilla, pero no es tan fácil de conseguir: estar en grandes ciudades como Madrid a 15 minutos de distancia del trabajo, el centro de salud o el colegio es un lujo al alcance de muy pocos. Y, según los expertos, esta es la regla de oropara conseguir calidad de vida.
París fue una de las primeras ciudades que aspiró a conseguir este modelo urbano ya en 2020. Para hacer frente a la contaminación y al exceso de tráfico, además de para hacer más fácil la vida de las personas, la alcaldesa Anne Hidalgo puso en marcha "La Ville du quart d'huere" (literalmente, La ciudad del cuarto de hora), una iniciativa para intentar reducir las distancias que se recorren a diario y fomentando el uso de la bicicleta y el ejercicio físico.
En definitiva, estos modelos a lo que aspiran es a replantear el uso que se le da a los espacios urbanos, integrando ocio, trabajo, educación, salud y vida personal en un radio menor, y no vivir en el centro de las ciudades y trabajar en el extrarradio, como sucede ahora. Además, estos modelos buscan también desincentivar el uso del automóvil: que no sean útiles si nos encontramos a 15 minutos andando o en bici de nuestro destino.
Con todo, ciudades como Pontevedra ya son ejemplo de este estilo de vida desde hace décadas. Hace veinte años peatonalizaron el centro y quitaron todos los coches, convirtiéndose hoy en un ejemplo de movilidad sostenible.
"Se pasó de ser una ciudad gris, con mucha contaminación de coches a ser una de las ciudades más atractivas", explicaba a laSexta en junio Eva Villaverde, concejala de Seguridad en Pontevedra. Y es que 20 años después de que el cambio surgiera, en Pontevedra, las únicas ruedas que se ven en el centro son las de las bicicletas o los carritos de bebés. El tráfico se ha reducido un 85%.
La primera gran consecuencia positiva es que desde el año 2011 no se ha registrado ningún fallecido en el centro de la ciudad relacionado con accidentes de tráfico. Y es que el peatón es el que marca el ritmo.
Los ciudadanos coinciden en que han ganado en calidad de vida. En la ciudad todo queda a 15 minutos de distancia. De hecho, han creado un mapa, el metrominuto, en el que se puede calcular el tiempo que se tarda andando de un sitio a otro.
Ana Montalbán, coordinadora de Ciudades que caminan explica que "todas las calles son de convivencia, el coche sabe que es un invitado. Las personas se han empoderado y ocupan el centro de la calle".