La clase social marca la formación, así lo demuestra un informe de la Universidad Complutense de Madrid. En este estudio se recoge que los hijos de profesionales con sueldos altos tienden a estudiar más carreras de Ciencias, y los de origen socioeconómico bajo, Humanidades y Ciencias Sociales.
Cuanto mayor es el presupuesto familiar, más extienden su formación, haciendo carreras más largas. De esta forma, parece que estudiar medicina o educación infantil depende en gran parte de lo que cobren nuestros padres.
"Si tus padres tienen ingresos bajos, cuanto antes mejor te incorpores al mercado laboral mejor", afirma uno de los estudiantes.
Por tanto, este estudio de la Universidad Complutense concluye que los hijos de profesionales con sueldos altos tienden a estudiar más carreras de Ciencias, Ciencias de la Salud e Ingenierías, mientras que los que disponen de menos presupuesto se decantan por Humanidades y Ciencias Sociales.
Una decisión que toman aunque en algunos casos sepan que los ingresos que recibirán posteriormente serán menores. "Las carreras que te dan un nivel económico más alto requieren de un nivel de estudios superior a la hora de acceder o conocimientos previos, entonces no te decantas tanto", explica una joven.
Pero también hay diferencias entre los estudiantes de carreras de ciencias, los alumnos con más poder adquisitivo optan más por estudios más largos y los de menos presupuesto se decantan por carreras más cortas o que no requieran de post grado.
No solo el poder adquisitivo de nuestras familias marcan nuestra formación, también el de la comunidad autónoma a la que pertenezcamos. Un informe publicado por la OCDE muestra que en comunidades como Extremadura y Murcia los jóvenes sin estudios de Bachillerato prácticamente triplican a los de Navarra y País Vasco.
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