Nos ponemos en situación: un coche avanza cuando aparece un peatón en la carretera. Como el conductor no se da cuenta, es el propio vehículo el que lo detecta a través de unos sensores y se detiene. Este nuevo avance es posible gracias al sistema de detención de peatones. La alerta de colisión con otros vehículos ayuda a mantener la distancia de seguridad y evitar choques, si el vehículo se acerca demasiado a otro, frena automáticamente.

Según la DGT, al año mueren hasta 300 personas por culpa del exceso de velocidad. También existe un sistema que lo evita, el de detección de señales. El coche es capaz de adecuar su velocidad a la que es obligatoria en cada tramo de la vía, sin necesidad de que el conductor pise el freno. El peligro de cambiarse de carril en un momento inadecuado también puede minimizarse. El coche capta que no se puede por la presencia de otro vehículo y avisa con la vibración del volante y a través de la pantalla.

Todos son sistemas que, según Mafre, 'Stop Accidentes' y otras organizaciones, pueden evitar 50.000 accidentes al año y salvar 850 vidas. Elena es una de las personas que asegura que no tuvo un accidente gracias a ellos: "El sistema de detención automático del vehículo me frenó". Han pedido a la DGT que todos los vehículos los lleven lo antes y posible y no solo aquellos de gamas superiores.