En Octubre de 2011 la policía derriba en La Cañada Real de Madrid la puerta de entrada a la sede del clan de los Gordos. Dos años después 21 imputados declaran en el juicio contra la presunta organización más poderosa del conocido como supermercado de la droga en Europa.

Se les acusa de delitos contra contra la salud pública, tenencia ilícita de armas y pertenencia a banda criminal. Manuel Marlasca, jefe de investigación de laSexta, afirma que "se fueron casando unos con otros, teniendo hijos, de manera que el clan se hizo muy numeroso y tenía bajo su dirección a otras familias trabajando para ellos".

El gran clan de los gordos era tan poderoso que la supuesta casa de sus cabecillas, el matrimonio formado por Adela y Juan José, tenía puertas y ventanas blindadas. Allí, la policía se incautó de 35.000 euros en metálico, así como joyas valoradas en 12.000 euros.

En el juicio, Adela y Juan José no sólo han negado tener casa en La Cañada Real. Han justificado sus pertenencias con un premio en la lotería en el año 2003. Mientras ellos aseguran tener hasta prueba de los boletos premiados otros imputados se desvinculan de la organización. "Creemos que no existe tal banda, simplemente es un clan familiar", afrima María del Mar Cano, abogada de Tamara Ríos, sobrina de la matriarca. Por su parte, la abogada Aranzazu Povedano, señala: "Yo defiendo a Julio Pérez, que lo único que hacía era vivir en La Cañada, no tiene ningún tipo de participación con el clan de los Gordos".

La penas que podrían recaer a los 21 imputados de este gran juicio contra la droga oscilan entre los 8 y los 22 años de cárcel.