Pablo y Francesca están esperando su segundo hijo. Cuanza nazca, Francesca renunciará a diez semanas de su baja de maternidad para cedérselas a Pablo. "No nos queda otra, lo ideal para nosotros seria poder tener el mismo tiempo", explica Pablo Llamas.
Una situación que no es habitual, ya que sólo un 2% de los padres comparten con sus parejas el permiso de maternidad. "No es quitar derechos a las mujeres sino tener los mismos derechos porque entendemos que los hijos y las hijas necesitan a ambos progenitores", declara Pablo.
Conseguirlo, aseguran, sería un paso adelante en la paternidad igualitaria, un papel que reivindican con una campaña. "Hay otra forma de criar a los hijos, no es la de que el padre esta fuera de casa, sino que el padre se encargue de ellos", señala el responsable de la campaña #padresigualitarios, José Manuel Pérez. "Yo puedo ayudar a hacer una mudanza, pero yo no ayudo a mi mujer en casa, mi casa es mi casa, y es mi responsabilidad y mis hijos, lo mismo", destaca Pablo Llamas.
A José María muchos le miraron como a un extraterrestre cuando hace unos años pidió la reducción de jornada. "La solicité cuando acabó la baja de maternidad de mi mujer porque vimos que era necesario", explica José María. No es lo normal que menos del 10% de padres se acoge a esta medida.
Para él, fue fundamental para participar en la crianza de sus hijos. "Que se visibilicen nuestros casos, que no seamos bichos raros", pide. Ellos son ejemplos que tiran por tierra las estadísticas y que demuestran que un modelo familiar igualitario es posible.
Otro gasto más
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