"Esther fue asesinada y punto". Así de tajante se ha expresado Miguel López sobre la muerte de su hija, quien desapareció el 6 de enero de este año y cuyo cuerpo sin vida fue encontrado un mes después, el 5 de febrero. En una entrevista concedida al diario 'El Español', Miguel ha afirmado que "Esther se podría haber salvado, según cinco forenses", pero que, sin embargo, el presunto asesino "la tuvo agonizando y dejándola morir ocho horas".

Aun así, ha mostrado su "confianza" en el trabajo de la Guardia Civil, encargada de la investigación sobre los hechos: "Nos tienen al corriente de muchas cosas. Eso nos ayuda a mantener la cordura y la compostura, están trabajando mucho y muy bien". En esta línea, ha advertido de que "hay cosas que han intentado borrar", si bien se irán haciendo públicas finalmente para aclarar todos los detalles relativos al trágico final de la joven.

"Confío en que se aclarará la muerte de mi hija porque ya hay varias cosas claras, pero no puedo hablar más para no entorpecer la investigación", ha manifestado el padre de la víctima, quien en la misma entrevista ha señalado que la autopsia realizada a su hija revela más lesiones además de la producida por ese supuesto atropello mortal. "No es solo del atropello. Tiene más heridas. Aparte de la rotura de cadera, tiene otro golpe en la cabeza", ha denunciado.

En este sentido, no ha mostrado dudas a la hora de decir que a su hija "la asesinaron en otro sitio", y ha añadido, hablando en singular sobre el presunto homicida: "No sé dónde la ha tenido, ha querido engañar a todo el mundo, y luego la volcó allí. Después borró todas las huellas del móvil". Una posibilidad que podría verse reflejada, según ha contado Miguel a El Español, con la llegada de "resultados de Madrid y unas pruebas del extranjero".

Las últimas diligencias de la investigación sobre la muerte de Esther apuntaban directamente a un amigo de la joven, Óscar, como principal sospechoso de lo sucedido. Varias claves así lo exponen: la primera, que el móvil de Esther López registró su última conexión en casa de este chico, el último que la vio con vida. Además, no fue a trabajar al día siguiente a la desaparición y lavó el coche, y durante el registro llevado a cabo en una de sus viviendas los perros policiales marcaron varios puntos.