Hasta diciembre de 2015, el Gobierno no aprobó en Consejo de Ministros habilitar una partida de hasta 1.000 millones de euros para formalizar los préstamos sobre fármacos, lo que según la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C (PLAFHC) ha propiciado que los tratamientos no se hayan administrado por igual en todas las comunidades autónomas.

"Los hospitales deben adelantar el pago de los fármacos, pero muchos no quieren endeudarse", según denunciaba la nueva presidenta de esta plataforma, Elsa Tobeña, pocos días después de su nombramiento el pasado mes de enero.

Críticas a las que se unió unas semanas antes el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín, denunciando que "las comunidades están ahogadas, y se les endosa esta responsabilidad sin aclarar de dónde van a obtener el dinero y cuándo", en unas jornadas sobre hepatitis C celebradas en su sede.

Esta situación ha propiciado que mientras algunas regiones como Madrid o La Rioja "avanzan a una velocidad importante", de otras como Castilla-La Mancha, Murcia, Canarias y Castilla y León lleguen a la plataforma "bastantes" quejas de pacientes en F4, con cirrosis en el hígado, que aún no han recibido los nuevos fármacos.

La PLAFHC también ha denunciado que sigue sin haber un Comité de Seguimiento del Plan a pesar de que a los seis meses de entrar en vigor estaba prevista una revisión. Pese a todo, la presidenta reconoce que "el balance es positivo porque muchos afectados nos estamos salvando".

Según el Ministerio de Sanidad, más de 38.000 pacientes con hepatitis C han sido tratados en el último año con los tratamientos orales de última generación que se han aprobado en España frente a esta enfermedad, más del 70 por ciento de los previstos en el Plan Nacional elaborado el año pasado por un comité de expertos a petición del Ministerio.

Precisamente, la próxima semana se cumple el primer aniversario de dicha estrategia, que establecía por primera vez un censo "real" de la enfermedad en España, con 95.524 pacientes diagnosticados, y determinaba que algo más de la mitad (51.964) debían ser tratados con estos nuevos fármacos, que podían curar la hepatitis C en más del 90 por ciento de los casos.