La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, y el ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, han presentado este miércoles el Plan para la Protección de las Personas frente a las Pseudoterapias con el que se pretende, entre otras medidas, eliminar las pseudoterapias de los centros sanitarios y las universidades.

La iniciativa contempla cuatro líneas de actuación, 13 objetivos y 20 acciones y se explica por el hecho de que actualmente casi el 60 por ciento de la población cree que la acupuntura funciona y el 53 por ciento, que los productos homeopáticos son efectivos. De hecho, a lo largo del 2017 más de un 6 por ciento de los ciudadanos acudieron a un profesional de la acupuntura y casi un 10 por ciento visitó la consulta de un homeópata.

"Hemos constatado que hay una cierta confusión en la sociedad entre terapias o prácticas médicas basadas en el conocimiento y las que no tienen este aval. El uso de las pseudoterapias no es residual y puede tener efectos perjudiciales para la salud, tanto de forma directa como indirecta", ha argumentado Carcedo.

Por ello este plan, "prioritario" para el Gobierno de Pedro Sánchez y que va a ser presentado este jueves a las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), pretende defender la salud como un derecho básico; proteger a los ciudadanos frente al "grave riesgo" para la salud que implica el uso de las pseudoterapias; proporcionar información "veraz y rigurosa"; y asegurar que la formación sanitaria en universidades no incluye programas o contenidos sin evidencia científica.

Así, y en lo referido a las medidas para evitar la publicidad engañosa, el plan contempla la modificación de normativas existentes para que no haya promoción comercial de prácticas no amparadas por la ciencia en Internet, redes sociales o jornadas. Estas modificaciones se agruparán en un nuevo Real Decreto de Protección de la Salud frente a las Pseudoterapias.

En concreto, el plan contempla modificar el Real Decreto 1277/2003 sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios, con el objetivo de desarrollar normativamente la necesidad de que las personas sean informadas del conocimiento y de la evidencia científica de las pseudoterapias que se ofrecen en centros sanitarios no pertenecientes al SNS.