Los músicos que tocan en las calles de Madrid tendrán que presentarse a un casting en octubre si quieren seguir haciéndolo. "No buscamos virtuosismo, sólo que demuestren que son músicos y que saben tocar un par de canciones", explica David Erguido, Concejal del distrito centro del Ayuntamiento de Madrid.

Una vez pasada la prueba, podrán tocar en calles autorizadas que tengan más de siete metros. No es la única ciudad que hace castings. Marbella y Fuengirola también lo hacen. Y en Bilbao tienen sus propias normas. Tienen que tener un repertorio de diez canciones mínimo y 45 minutos máximo.

Con solo cuatro puntos autorizados, el casco histórico de Santiago es zona VIP. "Hay muy pocos permisos para todos los músicos que hay en Santiago", dice un gaitero.

En Barcelona también hay que pasar un exámen, pero para tocar en el metro. Y quienes lo aprueban, se reparten las estaciones. "Llegas a tu sitio, tienes tu horario y sabes que nadie te va a echar".

Tampoco hay unidad en cuanto a los jurados. En Barcelona recurren a una escuela de música, en Madrid lo harán funcionarios con conocimientos musicales y en Benidorm un jurado formado por artistas locales.

En lo que coinciden todos es que tener un reglamento ayuda a luchar contra las mafias. "Amenazan con violencia tanto a músicos como a vecinos cuando intentan interponerse en sus 'territorios'", cuenta Scott A. Singer, coordinador de la Asociación de Músicos de Madrid.

"Hay mucho mendigo disfrazado de músico", dice Ernesto Erenson, un acordeonista. Con permiso o sin él, el aprobado final seguirá dependiendo del público.