Por primera vez desde su salida, ha hablado Sor María Amparo, la monja clarisa de Belorado que abandonó la comunidad después de que renunciaran a la tutela eclesiástica para seguir los pasos de Pablo de Rojas Sánchez-Franco.

En una entrevista realizada para 'Diario de Burgos', Sor María Amparo explica cuándo fue su renuncia tras 20 años en Belorado, provocada por la decisión de Pablo de Rojas: "Cuando vi el plan que nos proponía el señor Pablo de Rojas. Y dice 'desde ahora, yo soy el superior, el que manda en la comunidad, y ustedes están bajo mi jurisdicción'".

Además, Sor María Amparo ha denunciado que no pudo despedirse de las hermanas mayores: "He estado tres días sin misa y sin nada, y decidí que así no se podía estar. He sufrido una vigilancia total para que no pudiera hablar con las hermanas mayores. No me han dejado despedirme de ellas. Fue una decisión firme, tenía que salir. Sobre todo, para no pertenecer a esta secta, por nada del mundo. En ese ambiente ya no se podía estar".

Sí se pudo despedir del resto de hermanas, de las que no puede garantizar cuál es su opinión real al respecto de esta situación: "Parece que para ellas es normal, que están contentas, pero no he podido hablar con ellas de este tema".

Ahora, Sor María Amparo se ha mudado al monasterio de Castil de Lences, un lugar que le ha "ensanchado el corazón" tras salir de Belorado.

Sin embargo, sobre Pablo de Rojas, Sor María Amparo no tiene tan buenas palabras: "Hace unos años lo vi en una revista, y me pareció, con perdón, un fantoche, como dijimos muchas, al ver aquello".