Para el 70% de los mayores de 60 años, la letra de las etiquetas resulta demasiado pequeño para verlo a simple vista. Sin embargo, el reglamento actual permite que las letras sean hasta de 1,2 milímetros. Incluso menores, de 0,9 milímetros, si el envase es muy pequeño.

Asociaciones de consumidores como la OCU reclaman una reforma: "Hemos pedido un cambio en el reglamento de etiquetado del producto de forma que la letra pase de 1,2 milímetros a 3 milímetros", explica Enrique García, portavoz de la OCU.

Salimos a la calle y comprobamos que la mayoría de la gente no puede leer las etiquetas. Y si no podemos hacerlo, perdemos la oportunidad de hacer una compra reflexiva y priorizar los alimentos saludables. Sin embargo, en los frontales no falta tamaño de la letra. Ahora bien, encontrar datos como la fecha de consumo preferente o los alérgenos que contiene es tarea difícil.