Irma podría empapelar su casa con los contratos que la Sanidad gallega le ha hecho como médico de familia. "300 contratos, no me caben ya en casa", ironiza.
Los médicos gallegos se han cansado de esta eventualidad y le han presentado una reclamación a la Xunta. "Mi página laboral tiene 11 hojas y cada renglón es un contrato", cuenta Elisabeth Dosil, enfermera eventual de Sagap.
Si cubren una baja por 15 días el sábado y el domingo los envían al paro. "Por días, a mí no me compensa ir al paro. Es una disminución del paro ficticia", afirma Tania Beiras, enfermera eventual.
Dicen que los grandes perjudicados son los pacientes porque cada día se encuentran a un nuevo médico de cabecera. "Como paciente quizás se había desarrollado una cierta confianza con el primer sustituto, te vas a encontrar ese segundo sustituto que va a tomar otra decisión", explica Irma.
Cuando un doctor coge jornada libre, no se le sustituye. Sus pacientes urgentes se derivan a otro médico que se ve obligado a hacer horas extras. "La capacidad mental para el diagnóstico disminuye", denuncia Jesús Sueiro, de la Asociación Galega de Medicina Familiar e Comunitaria.
A los no urgentes se les cancela la cita. Muchos de esos pacientes a los que se les cancela la cita acaban acudiendo a las urgencias de los hospitales para que se les atiendan rápido. Los médicos de familia aseguran que esa es una de las causas de que este servicio esté saturado en los hospitales gallegos.
La Xunta no ha querido hacer valoraciones de esta protesta de los sanitarios gallegos.