El acoso escolar comienza en primaria pero se agrava en secundaria. Los recortes en las escuelas ponen más trabas a la identificación y solución del bullying, sobre todo en los casos de niños con discapacidad. Hay cerca de 170.000 niños con necesidades educativas especiales, como Carolina, que aún está superándolo y cuenta su día a día en el colegio. "Me insultaban, me tiraban cosas, la mochila a la papelera, me escupían en el pelo, y me pegaban", explica. Ella tiene una discapacidad intelectual del 40% y ha sufrido acoso escolar durante toda su vida, sobre todo en secundaria.
"Vivirlo desde dentro, cuesta... Te dan ganas de decir: es que para esto, prefiero no vivir", confiesa Carolina. Tuvo que dejar su instituto,y empezó a pasar página con ayuda de psicólogos y de su madre, que afirma haberlo pasado muy mal. "Yo he pasado muchas noches en vela, porque mi hija lloraba, se desesperaba, no quería ir... terminó con una depresión, tomando medicación, y era una niña de 15 años", cuenta.
Dicen los expertos que más del 10% de los menores que sufre acoso escolar tiene algún tipo de discapacidad y que, casi siempre, quienes se quedan en el centro escolar son los acosadores y no los acosados. "No existen cosas de niños, la violencia no es cosa de nadie,sino que hay que empezar a atajarla desde un principio",explica Jesús García, de la Asociación madrileña contra el maltrato infantil.
Según denuncian los sindicatos, el recorte en atención a la diversidad ha provocado que los profesores no puedan luchar contra el acoso escolar."No hay apoyo de las administraciones, no hay recursos suficientes, no hay formación del profesorado en esta materia en este momento, y realmente no hay un entorno en el que se pueda prevenir esta conducta", afirma Isabel Galvín, Secretaria general de enseñanza de CCOO Madrid.
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