En Madrid, Valencia o
Barcelona los patinetes llenan nuestras calles. El problema de estas nuevas
formas de movilidad es la ausencia de una normativa general para todo el país.
"Uno de los grandes problemas que tenemos en España es que muchos temas de tráfico se están dejando a cada Ayuntamiento. Debería existir una legislación nacional", apunta Jorge Castellanos, coordinador de Movilidad de Race.
La DGT proponía esta
semana que los patinetes no superen los 25 km/h, ni circulen por las aceras. En
teoría, tampoco necesitarán permiso de conducción pero sí someterse a controles
de alcoholemia y drogas.
Según la legislación
vigente, este tipo de vehículos de movilidad personal están considerados como
un vehículo que no es a motor y por ello no tiene que cumplir las obligaciones
del resto de movilistas, algo que supone un problema añadido. "Quien lo conduce no tiene ningún tipo de
formación, no dispone de seguro ni elemento de autoprotección", señala Castellanos.
Quienes se desplacen con
uno de estos, de momento no están obligados a contar con un seguro aunque sería
recomendable tenerlo por si hay accidentes. "La primera forma para reclamar, si
es un patinete turístico, al seguro del patinete, a la empresa. Si son
privados, hay una opción que es contar con el seguro del hogar, que muchos
tienen la opción de los accidentes en la calle", explica Esperanza Palacio,
responsable de accidentes de Reclamador.
El mal uso de estos
patinetes se ha cobrado ya la primera víctima mortal, una mujer de 92 años
murió arrollada en Barcelona por un patinete en el que viajaban dos jóvenes.