Actualmente es imposible caminar por Barcelona y no cruzarse con los turistas. "No puedes caminar, no puedes entrar a un supermercado. Es agobiante", cuenta una vecina. Según el último barómetro semestral del Ayuntamiento, el turismo ya es el principal problema de los barceloneses, por encima del paro.

"En puntos como la Sagrada Familia hay momentos en que está sobresaturado", asegura otro vecino de la zona. Y es que a veces hasta los propios turistas lo reconocen. "Yo vengo de Nueva York, y aquí hay mucha gente", asegura una joven estadounidense de vacaciones.

En 2015, Barcelona recibió más de ocho millones de turistas; gran parte procedía de fuera de nuestras fronteras, todo un récord. "En esta terraza un 80% más o menos de turismo extranjeros y un 20% nacional", dice un camarero de la ciudad condal.

Además de las terrazas, también se llenan playas y paseos marítimos. Bicicletas, patines eléctricos y otros vehículos intimidan al más osado: "De todas maneras es una cuestión de respeto, de con tranquilidad".

En Barrios como el de la Barceloneta, los vecinos están hartos del incivismo: "Se mean, se cagan, no tienen respeto por la gente, no se puede dormir", cuenta una vecina del barrio.

No todos son quejas: el sector de la hostelería y la restauración creen que el turismo no es el problema y apuestan por una regulación que beneficie a todos.