En el juicio han enseñado los pantalones de la víctima impregnados en sosa cáustica. Este terrible episodio ocurrió en 2013 cuando iba a tomarse un café con unas amigas, pero 15 minutos después de ponerse los pantalones notó como le quemaban las piernas. "No me pude sentar a tomar el café, noté como picor. Me fui a casa, me lavé, y ya llorando me bajé", explica.
Se pintó los labios y se fue al hospital pero sintió la misma quemazón: "Me cayó la piel del labio, me escocía mucho, era un escozor muy grande". Sufrió quemaduras de tercer grado en glúteos, zona abdominal y zona púbica, aunque tres años después sigue viviendo con miedo. "Está en una situación de ansiedad continua", señala Mariano López, abogado de la acusación.
Cree que su pareja actuó por venganza, ella acababa de iniciar los trámites de divorcio, aunque en el juicio, el acusado lo ha negado todo, dice que incluso le ofreció ayuda: "Ella no me dijo quemaduras, dijo que le había envenenado la ropa, le dije de ir a urgencias y no quiso". La Fiscalía pide para él cinco años de cárcel.