José Bretón se ha sentado este miércoles en el banquillo por estar acusado de presuntos malos tratos hacia su hijo pequeño, José, en un episodio que, según testigos presenciales, ocurrió el 23 de agosto de 2011 en un restaurante de comida rápida de dicho centro comercial.

Durante la vista, el padre de los niños, imputado también en otra caura por dos delitos de asesinato con alevosía, ha remarcado que es "totalmente falso" que le diera una bofetada al niño aquél día.

"Jamás se me va a ocurri a mí pegarle al niño una bofetada", ha aseverado Bretón.

En el juicio, ha detallado que el pequeño José "durmió plácidamente" ese día, "y no tenía ninguna marca" en la cara. Además ha añadido que es "inocente" de estos hechos y que "el relato no se corresponde con la realidad".

Bretón ha admitido que pasó una jornada en el centro comercial "El Arcángel" junto a sus dos hijos, su exmujer Ruth Ortiz, un matrimonio amigo y sus hijos, ya que ambos matrimonios tenían una relación "estrecha" y salían juntos, lo que les permitía "la distancia y los asuntos de cada uno".

José se ha referido a la testigo, que dice haber presenciado el bofetón, para asegurar que quizá le tenga envidia a él "porque siempre le ganaba a su marido al tenis".

Por su parte, la testigo presencial de los hechos ha detallado que ocurrieron el 23 de agosto, cuando se disponían a comer en un restaurante de comida rápida.

Ella, una hija suya, Bretón y el pequeño José se quedaron esperando en una mesa del local mientras Ruth Ortiz, la pequeña Ruth y el marido de la testigo fueron a pedir la comida.

En ese momento, según ha relatado, "el niño arrimó la boca al filo de la mesa y empezó a chuparla; yo advertí a José de que estaba chupando la mesa y le dio una bofetada que me causó impresión porque era excesiva".

"El niño reaccionó como si no hubiera pasado nada. Lo interpreto como que a lo mejor no era la primera vez o simplemento no le dolió", ha dicho en la sala.

Además, ha indicado que aquella tarde vio "mucha tensión y muchos malos modos" entre Bretón y su mujer, y que "últimamente no soportaba ver cómo trataba a Ruth", ya que las situaciones eran cada vez "más tensas y desagradables". Asimismo, ha apuntado "no llevarse ni bien ni mal" con José Bretón.

Su marido, también presente en el juicio como testigo de los hechos, ha contado la misma versión que su mujer y ha dicho que cuando él volvió de pedir la comida, el pequeño José "no tenía ninguna marca ni estaba llorando".

Tras los testimonios, la acusación particular, ejercida por Reposo Carrero, abogada de Ruth Ortiz, se ha sumado a la petición que hace la Fiscalía de nueve años de prisión por tales hechos, mientras que la defensa pide la libre absolución.