Esta vez el baño de masas no le ha llevado al desmayo. Aunque por su cara, sí ha estado cerca del éxtasis. Espectacular ambiente en la primera aparición profesional de Isabel Pantoja. Tan sólo 19 días después de conocer la condena a dos años de prisión por blanqueo de capitales.

La primera canción, la única que han dejado grabar a la prensa, llevaba mensaje, pero a su madre. Porque para amor de madre el que le profesan, que no procesan, sus fans, quienes aseguran que "ha estado maravillosa como persona y como artista".

Ni rastro del proceso judicial. Pantojá se ha dado un baño de masas entre hurras y olés. Y apoyo a la versión que Pantoja ha hecho de la ranchera 'Tú a mí no me hundes', cambiándole la letra al plural 'Piensan que me van a hundir pero no lo van a hacer.'.

1.400 fans, a una media de 55 euros por entrada, como nos decían antes de empezar el concierto. No llega para pagar el 1.147.000 euros de multa. Por fin la folclórica ha encontrado un poco de devoción incondicional, tras el calvario de los últimos meses. Y presume, hasta de libertad.