Sean Bickings, de 34 años, murió ahogado el sábado 28 de mayo tras lanzarse al agua en Tempe (Arizona, EEUU). La escena quedó grabada por las cámaras de los agentes que se personaron en la escena ante la llamada de Bickings pidiendo ayuda.

Durante la madrugada de ese día, tres agentes acudieron al Tempe Center for the Arts después de que se produjese una discusión entre una pareja. Allí se encontró a Bickings junto a su pareja, con ambos negando cualquier disputa física.

Al preguntarle dónde vivía, Bickings afirmó que se encontraba "sin refugio". Cuando los agentes le avisaron de que revisarían las órdenes de arresto pendientes, Bickings entró al lago Tempe Town bajando unas escaleras, como puede verse en el vídeo que ha sido publicado por la ciudad de Tempe. "No está permitido nadar en el lago", le avisó uno de los agentes.

 

El vídeo queda cortado cuando llegan imágenes "sensibles". Uno de los agentes llegó a preguntar: "¿Hasta dónde crees que podrá nadar?". Bickings avisó a los agentes que su plan era ahogarse, a lo que un agente respondió: "No voy a saltar detrás de ti". "No puedo tocar. Oh dios mío. Por favor, ayuda", grito Bickings, que, según el comunicado que ha publicado la ciudad, indicó "repetidamente que estaba en peligro".

Seis horas después, el cuerpo de Bickings fue recuperado del lago. Ahora, la ciudad ha abierto una investigación para esclarecer la actuación de estos tres agentes.