Annie Waltero es una inmigrante en situación regular en España, que consiguió la reagrupación familiar y pudo traer a su padre a España. Con una enfermedad respiratoria crónica, ha tenido varias complicaciones para poder acudir al médico por no tener la tarjeta sanitaria. Sin embargo, ahora Víctor ya podrá ser atendido en la sanidad pública. Su hija Annie lo confirma. "Es un cambio radical para nosotros". Ella lleva en España en situación regular desde hace siete años.
Aunque le concedieron la reagrupación familiar, el Real Decreto aprobado por el Gobierno en 2012 dejaba a su padre fuera de la sanidad por ser inmigrante. Lo denunciaron y, después de un año y tres meses, el Juzgado de lo Social nº6 de Madrid les ha dado la razón. Aún así, Annie asegura que todavía no ha acabado el problema. "Hasta que no tengamos el plástico, la tarjeta física, en la mano, no va a terminar esta agonía", se lamenta.
El problema no se acaba, porque ahora el Instituto Nacional de la Seguridad Social ha recurrido la sentencia. Gorka Velle, abogado, explica los posibles vías del Instituto Nacional de Seguridad Social para denegarle la tarjeta. "El INSS podría alegar que, dado que no es una sentencia firme en sentido jurídico o técnico, no estaría obligado a dar la tarjeta sanitaria", afirma.
Es el calvario por el que pasan muchos inmigrantes regulares en nuestro país. Daniel, que prefiere ocultar su identidad, consiguió la reagrupación de su madre pero ésta no tiene tarjeta sanitaria. "No entendemos cómo a una persona se le puede otorgar la residencia sin el derecho básico y humano de tener acceso a la salud", denuncia.
Muchos no lo denuncian, aseguran, por miedo a represalias. Así lo afirma el abogado. "Se les podría llegar a atemorizar con que la residencia no se otorgó de manera correcta y, por tanto, tendría que abandonar el país", explica. La victoria de Annie y su padre da esperanzas a muchos otros que luchan por lo que, consideran, es un derecho básico.