Un granjero acerca un mechero al grifo y el agua provoca una gran llamarada. Charcos de agua, en teoría potable, de la que salen burbujas de gas metano. Son las denuncias de la contaminación provocada por el fracking. Una técnica que ha revolucionado la producción de gas y petróleo en Estados Unidos y que está a punto de desembarcar en España.
Un informe del Instituto Geológico y Minero advierte que en 10 estados norteamericanos han tenido lugar ya 40 incidentes medioambientales por estas técnicas. Según la Ser, Medio Ambiente ha ordenado volver a hacerlo. "Me extraña ese tema pero me ha producido cierta curiosidad y voy a profundizar en el mismo aunque ya no esté en el ministerio", afirmaba Cañete en 'Al Rojo Vivo'.
En el informe, se enumeran los riesgos de estas fracturas hidráulicas: posibilidad de pequeños terremotos, la emisión de gas metano a la atmósfera y, sobre todo, la contaminación de aguas del entorno. "Ya sabemos que el Gobierno lleva tiempo queriendo impulsar el fracking y, evidentemente, cualquier informe por muy técnico y centrífugo que sea, lo van a censurar", afirma Aitor Urresti, portavoz de la plkataforma 'Fracking No'.
Otros expertos españoles en prospecciones, sin embargo, aseguran que no hay peligro si se extrae el gas bajo las medidas de seguridad correctas. A pesar de estas opiniones, hay un gran rechazo de la opinión pública en las zonas donde se está empezando a investigar. Y más con casos como el de Janet, una ganadera a la que una empresa petrolera amenazó con expropiarle la tierra de la que vive. La empresa se retractó diciendo que había sido un fallo de comunicación pero el daño ya estaba hecho.