El misterio de la chica que apareció ahorcada en el cementerio de Portbou, en Girona, hace 32 años se ha resuelto. Ahora se sabe que es italiana y que desapareció en Florencia solo 20 horas antes de que la encontraran muerta a casi 1.000 kilómetros de distancia.

La joven apareció colgada de un árbol el 4 de septiembre de 1990. Nadie la conocía ni se sabía quién era, así que se la terminó apodando "la novia ahorcada".

En aquel tiempo la Guardia Civil difundió su foto en un último intento desesperado por identificarla. Nadie llamó y la enterraron en un nicho anónimo, cerrando el caso como un suicidio.

Tras 25 años, el inspector de Policía Rafael Jiménez llegó al caso y escribió un libro que pone el caso de nuevo en actualidad. Es entonces cuando el periodista Carles Porta se agarra a la única pista de entonces: unos jóvenes austriacos que el día de los hechos estaban acampados en la zona.

"Hablamos con uno de ellos y nos dijo 'no quiero saber nada de este caso, no me llaméis nunca más'. Joder, tan difícil es decirnos que estabas allí de turista", explica Porta.

Después de esa llamada, la televisión austriaca emitió un reportaje sobre el caso. Casualmente, una mujer que estaba de vacaciones en Viena ve las fotos y no tiene ninguna duda: la novia ahorcada es Anna Rauter, una joven italiana desaparecida sin dejar pistas.

Más de 32 años después se ha resuelto parte del misterio. Ahora falta saber todo lo que le pasó a Anna.