Los tripulantes de cabina de Ryanair en España están llamados a seis jornadas de huelga para reclamar un convenio colectivo, coincidiendo con la primera operación salida de este verano. Concretamente, los sindicatos han convocado paros de 24 horas para los días 24, 25, 26 y 30 de junio, así como el 1 y 2 de julio.
Ante esta convocatoria y con las vacaciones a la vuelta de la esquina, muchos usuarios de la aerolínea low-cost con billetes ya comprados se preguntan ahora qué pasa si sus vuelos se ven afectados.
En este sentido, desde Facua-Consumidores en Acción aseguran que los pasajeros tienen derecho a compensaciones de al menos 250 euros y a la devolución del importe del billete y de los gastos a los que puedan enfrentarse si su vuelo es cancelado.
La asociación cita el Reglamento Europeo 261/2004, que prevé compensaciones de 250 euros para vuelos de hasta 1.500 kilómetros; de 400 euros para vuelos intracomunitarios de más de 1.500 kilómetros y otros vuelos de entre 1.500 y 3.500 kilómetros; y de 600 euros para el resto de vuelos.
Además, y si bien el reglamento prevé que las compañías no tienen por qué compensar si la cancelación se debe a "circunstancias extraordinarias", Facua incide en que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea determinó en 2018 que una huelga de trabajadores no entra en esa categoría, por lo que la compañía no puede escudarse en ello para no pagar las compensaciones.
Asimismo, cita otra sentencia europea de 2017 que reconoce que el derecho a compensación se aplica también cuando el vuelo sufra un retraso superior a las tres horas con respecto a su llegada a destino, aunque no sea cancelado.
Excepciones a las compensaciones
La normativa europea, no obstante, recoge que la aerolínea no tiene que abonar compensaciones si avisa a los pasajeros con al menos dos semanas de antelación o bien con una antelación de entre dos semanas y siete días si les ofrece un transporte alternativo que permita salir no más de dos horas antes de lo previsto y llegar con menos de cuatro horas de retraso al destino final.
Si la aerolínea informa de la cancelación con menos de siete días de antelación, no tiene que pagar compensación si ofrece a los pasajeros otro vuelo que les permita salir con no más de una hora de antelación con respecto a la hora de salida prevista y llegar a su destino final con menos de dos horas de retraso.
Además, la compañía puede reducir las compensaciones en un 50% si ofrece un transporte alternativo con una diferencia en la hora de llegada no superior a dos horas en el caso de vuelos de 1.500 km o menos; no superior a tres horas, para los vuelos intracomunitarios de más de 1.500 km y para otros vuelos de entre 1.500 y 3.500 km; y no superior a cuatro horas para los demás vuelos.
Reembolso del billete y otros gastos
En todo caso, el reglamento europeo dispone que se debe ofrecer a los pasajeros el reembolso del coste íntegro del billete en siete días o bien la conducción al destino final lo más rápidamente posible o en otra fecha que convenga al pasajero.
Además, si el vuelo se cancela en un momento próximo a la salida, la aerolínea debe ofrecer gratis a los pasajeros "comida y refrescos suficientes", en función del tiempo que tengan que esperar, alojamiento en un hotel si tienen que hacer noche o se ven obligados a una estancia adicional y transporte entre el aeropuerto y el lugar de alojamiento.
Por otra parte, Facua señala que los usuarios también pueden reclamar cualquier otro tipo de daños como consecuencia de la cancelación, como hoteles, viajes organizados, vuelos de conexión e incluso daños morales por haber perdido sus vacaciones o parte de ellas.
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