Con pistola en mano y sin piedad, Roberto, de 61 años, acabó presuntamente con su familia en un chalet de Castelldefels en Barcelona. Los Mossos acordonaron la zona después de que a media tarde, la hija de uno de ellos diera la voz de alarma. Una vecina detalla que tuvo lugar "un despliegue policial inmenso".

Los Mossos sospechan que fue el padre el que los mató y después se suicidio. Los vecinos habían sido testigos de la mala relación que había entre el pareja.

Hechos de los que tenía constancia la Policía Municipal porque Marina, la mujer, les había llamado en al menos cuatro ocasiones. Pero el Ayuntamiento asegura que siempre se retractaba a la hora de presentar una denuncia formal, por eso a Roberto nunca se le pudo abrir un expediente. 

La tragedia podría haber sido mayor, si en el chalet hubieran coincidido otros dos hijos de relaciones anteriores. De momento ya son seis niños y 24 mujeres los que han muerto víctimas de la violencia machista en lo que va de año. En Castelldefels los han recordado con un minuto de silencio.

En ocasiones, los menores son los que están más desprotegidos. Por eso la asociaciones piden más control siempre que los niños estén con los maltratadores.