Los afectados piden tratamiento para todos, así lo reivindicaron en una manifestación que recorrió las calles de la capital española. "Es urgente, quizás mañana sea tarde", afirmaba el presidente de la asociación de enfermos de Hepatitis C.
Por su parte, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha prometido que nadie se quedará sin medicamentos, pero las palabras de Rajoy son insuficientes para los enfermos de Hepatitis C.
Son los médicos los que lo deciden, son ellos los que firman la receta, pero de momento, el presupuesto que ha destinado Sanidad limita el acceso de Sovaldi a los enfermos. Con una tasa de curación del 90% su coste es tan elevado que solo el 3% de los enfermos podría pagarlo de su bolsillo.
Un laboratorio es el dueño de la patente y por lo tanto el único que puede fabricarla y decidir lo que cuesta. Por eso, los gobiernos negocian su precio. En España, un tratamiento de 12 semanas cuesta en torno a los 25.000 euros. En Francia, 41.000. Alemania paga 56.000 euros e Italia 37.000. En Estados Unidos el tratamiento cuesta algo más de 71.000 euros.
Estos precios han hecho que aquí, para algunos partidos, la solución sea la expropiación de la patente. "Algo que, sería posible. Hay mecanismos legales que lo habilitan y son convenios internacionales con validez en España", así lo asegura José María Torres, portavoz de la ONG Farmamundi. Y, hay antecedentes: Brasil lo hizo con un antiviral del VIH e India con un fármaco para el cáncer de hígado.