Un alógeno, que llevaba muchas horas encendido y que estaba muy cerca de una superficie de plástico podría ser la causa del incendio de la casa rural en Tordómar (Burgos). Un alógeno puede llegar a alcanzar los 180 grados y siempre tiene que estar a una distancia mínima de 50 centímetros de cualquier objeto o superficie. Si no se cumplen esos dos requisitos, sí que pueden llegar a ser peligrosos.
Así se indica en el en las primeras diligencias instruidas sobre el suceso, que la Guardia Civil ha presentado en el Juzgado de Instrucción de Lerma, según ha informado la Oficina de Comunicación de la propia Guardia Civil. Las pruebas obtenidas permiten asegurar que el incendio se inició en la planta baja de una edificación de tres alturas y que el foco se encontraba en las inmediaciones de un sofá.
Fue una lampara halógena sin apagar la que podría haber causado el incendio de la casa rurar de Tordómar segun las primeras investigaciones. "180 grados es la temperatura donde la madera empieza a quemarse", afirma Alfredo Berges, director de ANFALUM. Según las investigaciones el halógeno podría estar demasiado cerca de un sofá.
Tomar las precauciones adecuadas con este tipo de luces es muy importante. "Una bombilla halógena tiene que tener un mínimo de distancia con otro objeto de 50 centímetros", afirma Azucena Cabrera, de Todoluz. Por eso el calor de la lámpara podría causar el incendio que terminó en tragedia la madrugada del sábado en Burgos.
La familia ha querido dar las gracias a todos los que participaron en el rescate a través de un comunicado: "Nuestro agradecimiento público a los vecinos de Tordómar que se volcaron en el intento de rescate de nuestros familiares, poniendo en riesgo sus propias vidas". Este miércoles a las cinco de la tarde se celebrará en Gijón el funeral por las seis víctimas.