Casi seis millones de euros destinados a convertir la plaza de toros en un espacio cultural y deportivo. Es la última obra que el alcalde de Burgos quiere llevar a cabo y que indigna a muchos vecinos burgaleses. Ya han comenzado a movilizarse para que el proyecto no siga adelante.
"Lo que no voy a permitir es que habiéndome costado tanto pagar mis impuestos, estos señores, esta mafia, se lo lleven", asegura una señora. Los vecinos consideran que las prioridades de la ciudad son otras. "Entendemos que es una obra totalmente innecesaria", señala Manolo Alonso, representante de la Asamblea de Gamonal.
La adjudicación se realizó en pleno mes de agosto a una unión temporal de empresas formada por Sacyr y la inmobiliaria Río Vena, propiedad de Miguel Méndez Pozo, el constructor condenado por corrupción en los 90, y al que también se le adjudicaron las obras de remodelación del bulevar de Gamonal.
El Ayuntamiento defiende que el concurso se realizó con personal técnico cualificado y que lo que buscan es paralizar una institución. Antonio Fernández, concejal del PSOE del Ayuntamiento, considera que el gobierno popular "se ha empeñado en hacer una obra totalmente innecesaria para la ciudad, una obra con un coste que acabará siendo de ocho millones de euros, porque esto es una primera fase".
Este proyecto ha vuelto a reavivar la mecha de Gamonal. Los vecinos impidieron con su lucha en el mes de enero paralizar las obras del bulevar. El próximo viernes han convocado una asamblea en la plaza mayor y, además, intervendrán en el pleno del Ayuntamiento.