El dueño de las clínicas dentales Funnydent, Cristóbal López, lleva más de 24 horas arrestado en la comisaría del municipio madrileño de Móstoles. La policía está evaluando las denuncias de los afectados, que ya suman un centenar,  y ha realizado registros en dos domicilios. Allí se han incautado de varios ordenadores y un vehículo de alta gama.

El repentino cierre de todos sus centros ha dejado a los pacientes con intervenciones dentales a medias y tratamientos pagados o financiados que no saben a quién reclamar.

Pilar y su hija pagaron 11.000 euros por un tratamiento de implantes en toda la boca. Ahora no tiene ni un solo diente y necesita un tratamiento urgente. “Se me cayó un tornillo, vine por la mañana y me encontré todo cerrado” explica Pilar.

Los afectados deben denunciar, por eso las organizaciones de consumidores y usuarios están informando sobre sus derechos y cómo actuar legalmente ante lo que ellos consideran una estafa.