Funcionarios estadounidenses y europeos habrían tanteado al gobierno ucraniano para tener negociaciones de paz con Rusia con el objetivo de poner fin a la guerra, según ha publicado la cadena estadounidense NBC, que cita a un alto funcionario del Gobierno de Biden y a un ex funcionario estadounidense. Según la cadena, en estas presuntas conversaciones se habría deslizado que Ucrania podría tener que renunciar a ciertos aspectos para llegar a un acuerdo con Rusia.

Un extremo que ha negado el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que ha asegurado tras estas informaciones que no es el momento de negociar con Rusia. Además, ha negado que algún líder occidental lo estuviera presionando para hacerlo.

"Todo el mundo conoce mi actitud, que coincide con la actitud de la sociedad ucraniana... Hoy nadie me está presionando (para negociar), ni uno solo de los líderes de la UE o de Estados Unidos", ha asegurado en una conferencia de prensa junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

El presidente Zelenski también se ha negado a admitir que la guerra con Rusia haya llegado a un "punto muerto" y ha asegurado que necesita más ayuda por parte de los aliados para reforzar las defensas aéreas.

Según NBC, las conversaciones con Ucrania se han producido en plena preocupación desde el GObierno de Biden y Europa porque la guerra haya llegado a un punto muerto, así como las preocupaciones de Occidente sobre su capacidad para continuar brindando ayuda a Kyiv, y después de que el comandante en jefe de Ucrania, el general Valery Zaluzhnyi, haya asegurado en un artículo que el conflicto ha ido avanzando hacia una nueva etapa de lucha estática y de desgaste, una fase que podría permitir a Moscú reconstruir su poder militar.

"Hoy ha pasado el tiempo y la gente está cansada. Pero esto no es un punto muerto", ha puntualizado Zelenski en rueda de presa. Zelenski ha reconocido que ha habido dificultades en la guerra, y que Kyiv aún no había logrado obtener grandes éxitos en su contraofensiva. Si bien ha insistido en que las tropas ucranianas no tienen otra alternativa que seguir luchando y ha instado a los aliados occidentales a otorgar más apoyo a Ucrania, especialmente con las defensas aéreas.

Ucrania ha dicho repetidamente que pretende recuperar todo el territorio tomado por Rusia, incluida Crimea, que fue anexada en 2014, y que no descansará hasta que todos los soldados rusos hayan sido expulsados ​​de sus tierras. Por el momento, Rusia controla alrededor del 17,5% del territorio internacionalmente reconocido de Ucrania.