En España ya hay algunas empresas que tienen jornadas flexibles o intensivas. En una agencia de comunicación de Madrid llevan 15 años saliendo a las seis de la tarde. "A las seis sales y el tiempo que estás trabajando eres más eficaz. Es lo que decimos siempre de no estar calentando el asiento", asegura Tomás Martínez, director de contenidos de 'Código Media'.

Creen que de esta forma la productividad es mayor. Según Guillermo Narvaez, director creativo de 'Código Media', es bueno "dedicar las primeras horas de la mañana a los trabajos más creativos y a lo mejor dejar las últimas horas para cerrar cosas, hacer cambios y dejar todo terminado para el día siguiente".

Por otro lado, en una fabrica de herramientas, los horarios de los 400 empleados se basan directamente en la flexibilidad. Ellos mismos eligen cómo distribuyen su jornada laboral. "La hora de entrar es de ocho a nueve, hay flexibilidad para comer, utilizando entre media hora y hora y media, y flexibilidad a la hora de salir", explica Yolanda Muñoz, responsable de gestión de 'Bellota'.

Una de las empleadas, Beatriz, entra a las nueve para poder llevar a su hijo al colegio y después come en media hora para salir a las cinco y media de la tarde. "La diferencia es enorme, yo me siento mejor en el trabajo, soy más productiva", asegura.

Algo parecido pasa en una empresa de diseño web de Santiago de Compostela, donde los empleados entran de siete de la mañana a tres de la tarde o de ocho de la mañana a cuatro de la tarde.

En otras empresas intentan aplicar la flexibilidad poco a poco, en una asesoría de Sevilla, los viernes sólo trabajan por la mañana para alargar el fin de semana. Según un estudio de 'Infojobs', sólo un 25% de las empresas aplican la flexibilidad.