Después de dos meses, Josep María ha podido por fin volver a casa para pasar la Navidad, tras someterse a un test de antígenos en la residencia de mayores donde permanecía desde noviembre, recuperándose de la infección por coronavirus que le mantuvo en la UCI en estado grave.

En casa le esperaban sus dos hijas y su nieto recién nacido. Un emocionante reencuentro que llega después de que Josep María, de 77 años, ingresara en una residencia de Barcelona para recuperarse del COVID-19, que le causó una neumonía atípica, según el mismo relata.

"No me acuerdo de nada, tengo la mente 10 días en blanco", rememoraba este mismo lunes, a la espera de los resultados de un test que, de ser negativos, le permitirían pasar las fiestas con su familia. "No sabría decirte dónde lo cogí", afirma, sobre el coronavirus que contrajo, que también infectó al resto de su familia.

"Te cambia la vida, claro que sí, por mucho cuidado que hemos tenido, solo nuestra burbuja... ha entrado en casa. ¿Cómo? No lo sabemos", explica por su parte su esposa, Isabel.

Tras una tensa espera, esta mañana llegaba la gran noticia: Josep María daba negativo en el test, lo que le permitirá pasar la Navidad en familia y ver a su nieto de apenas dos meses.

El objetivo, según explican desde la Residencia Domusvi Bonanova, en la que reside, es "testar el centro para evitar que nos entre el virus". A los mayores que abandonen el centro con motivo de las fiestas, "cuando vuelvan también se le hará un test de antígenos rápido y a los siete días una PCR".

Por ahora, Josep María disfrutará de unos días emocionantes junto a los suyos: una emotiva escena que se repetirá en muchos hogares españoles.