María José Porrino, una vecina de Irún enferma de cáncer, vive en un piso compartido en una habitación con su hija. Con su enfermedad, vivir así es muy complicado, por eso pide poder acceder a una vivienda.

Hasta entonces, ha decidido vivir en la calle; por el día hace vida entre una tienda de campaña y una mesa donde recoge firmas por su causa. Por la noche, vuelve a un piso compartido con su hija de 12 años porque su enfermedad, cáncer de mama, le obliga a descansar.

"Pido una vivienda que yo me pueda pagar, porque estoy viviendo en una habitación con mi hija, y no puedo vivir así con esta enfermedad. Además, necesito que venga también mi madre para que me cuide cuando esté mal" dice la afectada.

"¿Cómo vemos su caso? Yo quiero pensar que va a ir adelante, porque además es una persona que puede pagar un alquiler", explica Bibi Liras, de 'STOP Desahucios Bidasoa'.

A falta de confirmación oficial, el servicio de vivienda del Gobierno vasco le niega el piso de palabra.

"Son criterios del gobierno vasco, los ayuntamientos no tenemos nada que ver. Aquí no hay un desahucio, por lo que no reúne los requisitos, en principio, para ello", asegura Sergio Corchón, delegado de Bienestar Social del Ayuntamiento de Irún.

El Ayuntamiento de Irún le ha ofrecido ayuda económica, un trabajador social que le ayude a buscar piso, asistencia domiciliaria y un piso de emergencia. "Un lugar donde ella podría estar sola en una habitación, y en otra su hija", dice Corchón. Pero es un piso compartido, y Mari Jose dice que, con su enfermedad, necesita tranquilidad. Para atenderla, prefiere a su madre.

"Hasta que no se solucione esto, yo voy a seguir" dice. Así que, entre sesiones de quimioterapia, esperará en su puesto a la espera de una decisión el Gobierno Vasco.