Diego es autónomo, ha montado una marca de zapatillas diseñadas por invidentes como él. "Nuestra discapacidad no impide que podamos integrarnos en el ámbito laboral y social", ha asegurado el joven, que quiere demostrar que con trabajo y algo de ayuda no hay barreras para cualquier emprendedor: "La gente no es consciente de que podemos hacer las mismas cosas", ha concluido.

El número de autónomos con discapacidad ha aumentado un 7% en 2018 y las previsiones son de un mayor crecimiento por el aumento de incentivos para el colectivo.

Con una discapacidad reconocida de más del 33%, la ley contempla que paguen el 50% de la cuota de autónomos durante los primeros cuatro años, ademas del primer año de tarifa plana. "Si tienes una discapacidad bonificada, y tienes más de un 33% de discapacidad, también puedes acceder a estas bonificaciones", tal y como asegura Elena Melgar, Vicepresidenta de la Asociación de Trabajadores Autónomos.

Andrea también ha montado su propio negocio; tiene una prótesis en una pierna pero su movilidad reducida no impide que desarrolle su trabajo con profesionalidad aunque más de uno se lo cuestionara: "Por miedo a que no sea capaz, te quitan la oportunidad de intentarlo", ha replicado.

El autoempleo es una salida para muchos de ellos que se encuentran con el rechazo del mercado laboral cuando intentan trabajar por cuenta ajena. Estas ayudas son un empujón para conseguirlo.