Sin electricidad y aun oliendo a humo, Vera vive en la única habitación de la casa que las llamas respetaron durante el incendio en el que murió su pareja, Rogelio. La mujer, de 81 años, explica que la puerta estaba cerrada, por lo que la habitación pudo salvarse. Y es en ese espacio en el que duerme, calienta la comida que le traen de un comedor social y pasa los días.

El incendio ocurrió hace un mes y desde entonces no ha tenido noticias del seguro y no sabe qué hacer. "Yo no tengo familia no tengo dónde vivir mi pensión no tengo nada", cuenta a un equipo de laSexta que la visita.

El seguro ahora está a la espera de que se aclare la situación de la propiedad porque Rogelio le dejó la casa en usufructo, y así consta en el testamento. Pero hay un socio de Rogelio que reclama la propiedad de la vivienda y que además, según denuncia, está acosando a Vera para que se vaya.

Mientas tanto, Vera esquiva los escombros, convive con las cenizas y los pocos recuerdos de su pareja a la espera de que el seguro, al menos, venga a limpiar. Por el momento, lo único que le ha arreglado ha sido la puerta.