Luisa nació dos veces. Esta niña sevillana, de doce años, vino con una enfermedad rara que le afecta a los huesos. Cualquier gesto habitual, como caminar, en ella era diferente. Por eso estaba desesperada. Y, por eso, sintió que le había "cambiado la vida" cuando salió de una operación en la que le colocaron una prótesis: un pie hidráulico que cubría la extremidad que le amputaron hace ahora dos años.

"Ahora sí puedo ser una niña normal y corriente", comenta ella misma a laSexta. Dejó atrás la silla de ruedas. Pudo volver a gozar de seguridad a la ahora de andar, de correr. Incluso de jugar al fútbol. Todos estaban muy tranquilos, puesto que la adolescente entró a quirófano por indicación médica.

Todo parecía de color de rosa. Hasta ahora: la ortopedia con la que trabaja el Servicio Andaluz de Salud (SAS) le reclama el pie hidráulico, según ha desvelado Diario de Sevilla y con la que ha podido hablar laSexta. La Seguridad Social no ha aprobado la financiación de su receta puesto que es una prótesis que no está incluida en el catálogo de prestaciones ortopédicas.

"Si no estaban seguros, no la tenían que haber puesto"

"No es cuestión de tener que abonar ahora los 2.500 euros que cuesta la prótesis, sino de que así no podemos estar cada seis meses que, probablemente, habrá que ir cambiándosela por su crecimiento. La indignación viene porque es muy injusto que después de puesta y probada por la niña, con las mejorías que ha logrado, nos reclamen su devolución. Si no estaban seguros, no la tenían que haber puesto", ha denunciado la abuela de la niña, Inmaculada Campillos, en una conversación con el citado periódico.

A sus ojos, es una "injusticia". Las opciones que tienen por delante es o pagar la prótesis o que Luisa vuelva al quirófano para que le retiren su pie. Pero con un condicionante: si deciden abonar, será una inversión periódica, puesto que tendrá que ir cambiándoselo según la niña vaya creciendo en los próximos años.

Pero ella "no lo contempla", ni lo va "a contemplar". "Este pie es mío y me lo pienso quedar", aduce. La familia no comprende cómo han podido llegar a este punto. Cómo, si la Seguridad Social no había aprobado la receta, se le colocó a la adolescente el pie en quirófano.

La Consejería de Salud asegura que advirtieron desde un principio que no la cubrían, pero que el catálogo de prótesis está en revisión. Es la esperanza a la que se agarra Luisa.