Hematomas, rasguños en rodillas, hombros, abdomen y la pierna, e incluso un bulto de cinco centímetros en la cabeza. Es lo que consta en el parte de lesiones de Alfredo, un joven que fue apaleado el pasado domingo en Valencia.
Todo comenzó a las siete de la tarde de este domingo, cuando el joven de 22 años caminaba tranquilo, camino a casa de su novia, cuando un chico vestido de negro y con gorra le detuvo el paso diciéndole "qué llevas ahí". "En la mano derecha llevaba un ladrillo en punta", asegura.
En ese mismo instante, le tiró al suelo y recibió el primer golpe en la cabeza. No entendía nada de lo que estaba ocurriendo. Lo primero que pensó, cuenta, es que le increpaba por su sudadera. Ponía 'working class', en inglés "clase trabajadora".
"Yo gritaba 'por qué, por qué, por qué'", porque desconocía el motivo del asalto. Cuando se intentó levantar, ya había otras nueve personas más encapuchadas que, según su descripción, estarían relacionadas con grupos de ultra derecha.
"Me tiraron al suelo, me golpearon contra una pared y en el suelo intenté esconderme conmigo mismo. Uno de ellos cogió una silla y me la tiró encima", relata Alfredo.
La agresión se produjo en una calle a unos cinco minutos en coche del estadio de Mestalla, lugar dónde poco antes se había celebrado un partido entre el Valencia y el Atlético de Madrid.
Ahora se investiga si pudo tener alguna relación, ya que como explica la fiscal delegada de Delitos de Odio en Valencia, Susana Gisbert, se han detectado agresiones del mismo tipo y en la misma zona. De hecho, la agresión coincide con el regreso de los Yomus, uno de los grupos ultra más peligrosos de España que fueron expulsados por la directiva del Valencia del estadio hace unos años. Un hecho que inquieta a las autoridades.
La Fiscalía ya ha abierto diligencias tras la denuncia y la policía busca a los responsables de la paliza. Una identificación que será difícil porque el joven reconoce que iban completamente encapuchados.