Mark Allan Lilley fue detenido en su residencia en Málaga donde se ocultó en una sala anti asalto tras ser alertado por los perros de presa que había en el jardín. Esta sala contaba con un ordenador desde el que controlaba las cámaras de un  circuito cerrado de televisión instalado en la vivienda.

El británico contaba con una identidad falsa y había cambiado considerablemente su aspecto al convertirse en un experto en una modalidad de combate denominada “vale tudo”.

Lilley es considerado uno de los delincuentes más buscados por las autoridades británicas por lo que se requirió el apoyo del Grupo Operativo Especial cuando los investigadores averiguaron el paradero del fugitivo.

Durante el asalto a la vivienda, en la que además vivían dos hombres y dos mujeres, observaron que en un armario del vestidor del dormitorio principal había una moldura de madera diferente al resto, y al desmontarla quedó al descubierto una puerta de seguridad que daba acceso a la “habitación del pánico”, un lugar en el que refugiarse en caso de sufrir un ataque.

Los hechos por los cuales Lilley fue imputado se remontaban a 1997, año en el que fue arrestado por ser considerado el jefe de una organización de narcotraficantes en el Condado de Lancashire. Tras el juicio en 2000, Lilley fue puesto en libertad bajo fianza pero, al no comparecer dos meses después para cumplir sus condiciones de libertad condicional, se emitió una orden de detención contra él.

El juicio continuó mientras que él planeaba su inminente fuga del país y finalmente fue declarado culpable de todas las infracciones y condenado a 24 años de prisión.