Era inmediato, se sentían mal cada vez que tomaban una gota de alcohol. Los síntomas eran siempre los mismos. Todos los trabajadores de un restaurante en Gijón los padecían, menos uno. Por eso, Juan Luis, el propietario, y un empleado decidieron denunciar.

Desde el mes de octubre, la Policía investigó lo que pasaba y hace unos días detuvieron a Andrés, el ayudante de cocina. Está acusado de envenenar durante años a sus compañeros de trabajo. Aseguran que lo hacía porque tenía problemas con todos ellos. Su trabajo le permitía presuntamente contaminar los platos que comían cada día.

Usaba este medicamento, Colme, una sustancia para tratar a alcohólicos crónicos. Es disuasorio, provoca una reacción adversa al alcohol cuando se consume pero siempre en las dosis indicadas; porque en exceso provocar vértigos, nauseas y a largo plazo problemas aún más graves.

Por eso la policía investigará si existe relación entre la muerte de un antiguo cocinero del local y los envenenamientos. Ahora algunos vecinos se preguntan si el ayudante de cocina hacía lo mismo con su comida. Pero la investigación lo descarta por completo.